lunes, 1 de agosto de 2011

Perdí la cuenta en 35.

El tiempo y las circunstancias hacen que acabemos en un puente, queriéndonos, contemplándonos. Nos tumbamos en un lateral, abrazados. Lo miramos todo. Nos miramos. Ese es el momento en el que dejamos de ser "tu y yo", y directamente, nos convertimos en un "nosotros". Nos besamos, mucho rato. Sonreíamos mientras tanto. Y, esperamos a que nos encontrara la lluvia. Lo hizo, más no llovió mucho. Observábamos los relámpagos fascinados. Seguíamos queriéndonos.

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