martes, 24 de mayo de 2011

.

- ¿Te puedo decir una cosa?
- Si, dime...
- No te acostumbres a mi.
- ¿Cómo?
- Que no te acostumbres a mi, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mi sonrisa en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a como te miro o te dejo de mirar, no te acostumbres a mi cara cuando te ríes de mi, no te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo. No te acostumbres...
- ¿Y eso a qué viene?
- Viene a que yo ya me he acostumbrado a todo lo tuyo, y si lo pierdo lo pasaría mal, y no quiero que tú lo pases mal, nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario