Qué mejor manera de desconectar que alejándote trescientos kilómetros de todo lo tuyo, y divorciarte del mundo. Quería compañía, pero eso significaría, llevarme una parte de todo lo mío a desconectar, por lo que, no serviría de nada. Ha sido un mes de muy buenas experiencias, tanto en solitario , como en compañía de mis queridos amigos de dos veces al año.
Sin duda, me quedo con nuestra imagen a lo alto de Santa Lucía, observando minuciosamente Ibi, que quedaba debajo de nuestros pies.
Muy breve, I know, ya contaré más.
L.S
No hay comentarios:
Publicar un comentario